16 mayo 2006

Fragmento

En busca de la lengua perfecta (Umberto Eco)

En 1622, Paul Guldin había escrito una obra titulada Problema arthmeticum de rerum combinationibus en la que había calculado todos los términos que se pueden generar con 23 letras, independientemente del hecho de que estuviesen dotados de sentido y fuesen pronunciables, pero sin calcular las repeticiones; el resultado era que el número de palabras (de longitud variable entre dos y veintitrés letras) superaba los setenta mil trillones (para escribirlas se necesitaría más de un cuatrillón de letras). Para podernos hacer una idea de este número imaginemos que todas estas palabras se escriben en libros de actas de mil páginas, de 100 líneas por página y 60 caracteres por línea: se necesitarían 257.000 billones de libros de registro de este formato; si hubiera que colocarlos en una biblioteca, cuya disposición, tamaño y condiciones de circulabilidad estudia Guldin por separado, y se dispusiera de construcciones cúbicas de unos 132 metros de lado, capaz de albergar cada una 32 millones de volúmenes, se necesitarían 8.052.122.350 bibliotecas de estas características. Pero, ¿Qué reino podría contener tantos edificios? Calculando la superficie disponible en todo el planeta, ¡sólo podríamos colocar 7. 575.213.799! (123)

1 comentario:

Anónimo dijo...

La verdad si que es increible la cantidad de expresiones, oraciones y demás que puedes formar con tan sólo unas palabras, de ahí que el lenguaje y su estudio sea tan complejo.
De cómo la palabra no es la cosa, sino la representación de la cosa en nuestra mente y todas lo que también influyen en que la gente hoy en día hable más pero se comunique menos.
Lenguaje, lingüística, matavilla del ser humano. Por cierto, has oido hablar de la Programación Neurolingüística? Muy interesante y que decir, tema de tesis, :S