21 junio 2006

Poema

El inevitable fin de las cosas


Dónde van las sombras por la noche

y los sueños fantásticos que interpreta mi razón,

dónde van las luces que no duermen

y el miedo que me envuelve y atormenta el corazón.


Dónde van las nubes con el viento,

y el Sol que en ellas se oculta de la vista,

dónde van las rosas marchitas

y la Luna plateada en soledad del día infinita.


Dónde van todos los sentimientos

y los sufrimientos que tenemos por vivir,

dónde van las lágrimas malditas

y los gritos que nunca se llegan a oír.


Dónde van las almas cuando mueren

y los cuerpos cuando crecen y se distinguen,

dónde van los espíritus de vida,

y las risas que escapan y se extinguen.


Dónde van los pensamientos

y las letras que nunca llegaron al papel,

dónde van las fantasías

y las palabras que olvidamos decir alguna vez.


Son fugaces destellos que florecen en secreto

y se pierden en el tiempo infinito,

para no volver a despertar

y morir después.

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