Si te pienso, luego existes

Todo es un pensamiento al aire...

delineo con mis dedos tu semblante
hasta que el viento desvanece tu rostro
apartándome de ti, castigando mi esperanza.


Escribir es conjurar el fuego...

la lumbre dibuja tus contornos
proyectando la expresión de mis sentidos
porque la pluma es lengua del alma.


¿Cómo podré encontrarte,
si no puedo definirte
para poder amarte?


Ignoro el tamaño de lo que ignoro...

busco incansable amar y ser amado,
pero el corazón ensombrece la mente
como los espejismos confunden el desierto.


Mientras quede un minuto de sol...

te dedicaré todas las horas que me conceda la vida
acariciando tu piel con los rayos del atardecer
para hallar el sentido en la melancolía del tiempo.


¿Por qué buscarte afuera
cuando puedo hallarte adentro
donde ya te encuentras?


Es preciso inventarte para descubrirte...

en la cabeza puedo revivirte cien veces
sin sonreír amargamente a mi tristeza
como un hombre solo que añora esperanza.


Idealizarte me permite comprenderme...

retiro las cenizas de mis ojos
cuando ha comprendido el alma
que si te pienso, luego existes.