19 diciembre 2012
A un mes de haber perdido el celular... puedo decir con certeza que el celular no es una necesidad. Es, como ha sido siempre, una falsa necesidad.
Regresé a la tarjeta de celular, aunque sólo haya teléfonos afuera de los baños de Sanborns y en algunas esquinas de la ciudad. Llegué a pensar que la herramienta se había vuelto ya esencial en la vida del ser humano, pero aún rechazo la idea, lo he vivido.
El celular es una extraordinaria herramienta (y cuando las compañías puedan ponerse de acuerdo con los papeles volveré a tener un smartphone), el día que me robaron el celular iba a hacer una transmisión en vivo de una novillada por Internet con su ayuda, pero no es vital ni esencial en nuestras vidad. Tal vez son las propias compañías de teléfono las que no han hecho creerlo.
10 diciembre 2012
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