Esas palabras de aliento

Esa noche estaba triste, muy triste. Pasé un día fatal en la oficina, tenía una fiesta sorpresa para un amigo y ni siquiera tenía ganas de ir, al día siguiente se casaba el amor de mi vida y no me invitó a su boda (inteligentemente), cumplía una semana de haber terminado mi relación, acababan de multarme por dar una vuelta indebida y, por si fuera poco, estaba sentado afuera de un centro comercial completamente desconocido esperando que dieran las 9 para que llegara el invitado, eran las 8 (yo y mi estúpida puntualidad), a punto estuve de irme.

Recibo un mensaje: "asomate a ver la luna. esta luna seguro se lleva tus deseos y los guarda hasta que que pueda cumplírtelos. aprovecha que no todas las noches se viste tan chula".

¿Chula?
Chula la persona que me envió ese mensaje en momento tan oportuno, me alegró el día entero, me senté en la calle y me puse a ver la luna, dejarle mis deseos...

Una gota de felicidad sacia un desierto de desesperación.

Las fotos son pésimas (lo que se puede hacer con la cámara del celular), pero quise retratar este momento, compartirlo y recordarlo siempre que lo necesite.

Gracias por ese detalle... ya ni me importó que el invitado llegara a las 10.