Fragmentos extraídos de “Un hombre ridículo” de Fedor
Dostoyewsky
V
Aprendieron a mentir y se complacieron en la
mentira y saborearon la belleza de la mentira. Acaso comenzara todo ello muy
inocentemente, por simple entretenimiento, por coquetería, como una especie de
juego divertido y quizá efectivamente por medio de algún átomo, pero este átomo
de mentira se filtró en su corazón y les pareció amable. Poco después nació la
voluptuosidad; la voluptuosidad engendró los celos; los celos, la crueldad,… No
sé… no me acuerdo bien… pero en seguida, muy pronto, saltó la sangre con la
primera salpicadura; quedaron asombrados, aterrados, comenzaron a alejarse los
unos de los otros, a separarse. Se formaron alianzas, pero, al presente,
dirigidas las unas contra las otras. Se oyeron reproches y censuras. Conocieron
lo que es la vergüenza y de la vergüenza hicieron una virtud.
Conocieron la tristeza y amaron la tristeza y
amaron la tristeza; aspiraron al sufrimiento y dijeron que la verdad no se
adquiere más que por el sufrimiento. Y la ciencia hizo su aparición entre
ellos.
Monumento a Dostoyewsky
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