03 abril 2006

Comentario


Sobre los aforismo chinos


La sabiduría oriental versa sobre el comportamiento del ser humano ante las dificultades naturales. Es contemplación de la naturaleza humana diferente a la abstracción de las ideas del mundo occidental. La sabiduría china se transmite verbalmente por generaciones, queda inmersa en la cultura como un libro de cabecera celado en la piel; con filología personal imprime la gnosis de un imperio a través de simples analogías ancestralmente características de la raza.

Cuando un aforismo dicta “ser duro como una roca” significa sólo eso, “ser duro como una roca”. Aquí no existe la interminable hermenéutica occidental que presupone las intenciones prejuiciosas y mal intencionadas sobre la sencillez analógica del concepto.

Tres son las principales virtudes que reflejan estos pensamientos: Disciplina, observación y humildad...La sapiencia china llega a nosotros, se vuelve una moda le atribuyen características mágicas y místicas, como si el conocimiento fuera producto de una revelación divina y no de la experiencia y el pensamiento humanos. Cardona selecciona cien aforismos que ni profetizan la caída del cielo ni anuncian el arribo del superhombre, sólo reflejan una cultura milenaria que receta elementos fáciles de comprender pero difíciles de aceptar por el complejo manojo de emociones y pensamientos humanos.

No hay sabiduría más grande que la armonía de los sentidos, las emociones que inspiran y las cavilaciones a las que nos conducen. Sin embargo, los aforismos en general, los chinos en particular, señalan situaciones comunes a las costumbres y simples al pensamiento, pero no dan respuesta a dichos contextos. Son una forma auto-dictatorial de regir el espíritu: Obra de este modo y las consecuencias serán estas, obra de tal otro y acepta sus consecuencias. No explica cómo, eso no corresponde a la ciencia, explica qué, porque eso se observa. Si Sun Tzu creó una bitácora de guerra no fue para decir a sus soldados cómo vencer a un adversario, sino para instruirlo en el arte de las consecuencias.

Cada persona debe encontrar el modo de llegar a lo que la sabiduría milenaria dicta, la sabiduría no es responsable de solucionarlo, sólo lo muestra.


Cardona, F. LL Cien aforismos chinosEd. FontanaPrimera edición. España

No hay comentarios.: